domingo, 14 de octubre de 2007

Rosario Blog Day


Bueno, tenia que darse cualquier día de estos. Se viene el primer encuentro de blogeros? gente de los blogs?, en fin, los que dedicamos un poco de tiempo a decir algo por acá.
La fecha es el 9 de noviembre, en el CEC.
Hasta ahora el temario me pareció muy técnico, mientras que en los blogs la cuestión pasa por otro lado.
Prefiero debatir sobre si el blog existe per se, o si es necesario que alguien dé con él en el universo virtual, para que tenga razón de ser.
Igual vamos a estar y algún aporte haremos.

HOJA DE RUTA


La mañana era soleada pero fresca. Julio le había parecido un buen mes para ponerse en movimiento. Hacía rato que tenía todo listo y estaba buscando una excusa para dar el puntapié inicial. Las vacaciones deinvierno le parecieron un buen motivo.
El vagón se iba llenando de a poco con viejas gordas, racimos de chicos y montañas de bolsos. Levantó el vidrio y se asomó por la ventanilla, aspiró profundamente y el aire frío ayudó a despabilarlo.
Allí estaba él, sentado en esos asientos marrones que el boleto se encargaba de denominar Clase Turista. -Pobres turistas, pensó, y meditó acerca de la imagen que podían llevarse de su país aquellos extrtanjeros que se aventurasen a viajar en esos vagones por más de dos días.
El tren lo llevaría hasta Salta, y de allí tomaría otro cuyo destino era Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Después de alli, lo que salga. El raid no tenía límite de tiempo, ni de horarios, ni de nada. Y eso era lo único que respetaría.

BANDERA DE MI PATRIA


-¿Cómo la va a sacar de ahí, sino se puede ni asomar la nariz? - preguntó el sueco.
-No sé, pero no podemos dejar la bandera tirada así.
-Me asombra su patriotismo.
-Más que patriotismo es amor a los colores que me pertenecen.
-Me gustaría conocer su país.
-Le va a gustar, estoy seguro.
-¿Es cierto que los argentinos son demasiado egocéntricos?
-¿Quién le dijo eso?
-Lo leí por ahí.
-Deje de hablar pavadas y páseme ese palo que está al lado suyo.

Nunca alcanzó a usarlo. Una explosión hizo volar una pila de cajas que estaba cerca. Una lluvia de maderas y metal terminó por sepultarlos aambos.
Se despertó con la cabeza sucia y a punto de estallarle de dolor. Le pareció que estaba entero y se levantó insultando en castellano.
Corrió unas tablas y se encontró con el sueco que sangraba por la nuca. Se arrimó un poco y notó que aún respiraba.
Pensó que era una buena oportunidad para perderlo por un tiempo. Ya no soportaba más su inmunda costumbre de soplarse la nariz con las manos, y la sospecha de que fuese un agente infiltrado no le permitía actuar con naturalidad.
Levantó el bolso,juntó todo lo que más pudo y comenzó a correr sin darse vuelta. A medida que iba alejándose se reprochaba no haber recojido la bandera, que ahora quedaba como trofeo para los otros.
Los pibes dela peña Argentina 86 no le habían perdonado queles haya descolgado el trapo del quincho, el día del asado dedespedida.
¿Cómo iba a hacer para decirles ahora que la había perdido por cagón?

sábado, 6 de octubre de 2007